Las balanzas son parte de la Historia de la Humanidad y de las primeras grandes civilizaciones. Las primeras balanzas eran instrumentos muy simples, consistían en un travesaño con punto de apoyo en el centro y un plato en cada punta. En un se colocaba un peso padrón, y en el otro se colocaba el objeto que deseaba pesar. Cuando el travesaño se quedaba equilibrado, se determinaba el peso del objeto. No es posible precisar exactamente cuando han surgido, pero se cree que su origen se remonta hasta 5000 AC. En el antiguo Egipto se usaban las típicas balanzas de dos platos, que, aunque no tengan llegado físicamente a nuestros días, están representadas en diversas ilustraciones de la época. Con el dominio del Imperio Romano, se extendió el uso de las balanzas “romanas". Estas se quedaban colgadas en un gancho en un punto fijo y tenían dos brazos. Uno más corto, donde se colocaba el objeto a pesar, y otro más largo, con marcas de unidades de medida, había un peso que corría en ambos sentidos hasta encontrar el punto de equilibrio. Ligeramente más precisas que las primeras balanzas, pero aún las balanzas romanas dependían de otras masas padrón para pesar objetos.
Las balanzas sólo han conocido una mayor evolución en el siglo XVIII, durante la Revolución Industrial, cuando han surgido nuevas formas de pesar sin recurrir a pesos estándar. Usadas al largo de miles de años, estas balanzas han evolucionado hasta las balanzas digitales que tenemos hoy, con formatos y funciones que varían mucho. Actualmente, son equipos más complejos que transforman un estimulo físico en una señal digital para medir el peso de forma precisa y estricta, con base en unidades de medida bien definidas. Son el resultado de muchos años de trabajo y desenvolvimiento tecnológico, pero también de la necesidad humana y la evolución de las actividades económicas. Las balanzas digitales han surgido en el Post Segunda Guerra Mundial para que fuera posible pesar objetos de forma más fiable y utilizando equipos más baratos.
En las décadas siguientes, este tipo de balanzas fue evolucionando y mejorando continuamente. Hoy en día existen muchos ejemplares de balanza, de uso cotidiano para pesar personas, ingredientes de cocina, equipajes y muchas de usos industriales. Éstas, respondiendo a las especificaciones de las tareas pueden ser de precisión, analíticas, semiológicas, para pesar ejes, granos, etc. En la actualidad se pueden pesar desde 0,001 gramo hasta toneladas. Las balanzas actuales son sofisticadas y ya cuentan con pantalla táctil, equipadas con software, son también POS y se conectan con otros dispositivos (como smartphones) a través de Wi-Fi. Sin duda, en el futuro las balanzas continuarán a evolucionar para responder cada vez más a las necesidades y acompañar el desenvolvimiento tecnológico.