En la industria del corte, cada milímetro cuenta. Un pequeño desvío puede generar pérdidas significativas de material, tiempos muertos en producción o incluso daños en la maquinaria. Por eso, reducir el margen de error en los procesos de corte no solo es una cuestión de eficiencia, sino también de rentabilidad. Alcanzar altos niveles de precisión requiere una combinación de tecnología adecuada, capacitación del personal y una planificación minuciosa de cada etapa del trabajo.