En Argentina, el asado es más que una simple comida; es un evento social que trasciende la mesa y se convierte en una ceremonia de amistad y familia. Los cortes de carne, como el cuadril (maminha en brasil), el bife de chorizo (alcatra en brasil), y el lomo (filé mignon en brasil), son seleccionados con cuidado y cocinados a las brasas en un proceso que requiere tiempo y dedicación. El asado criollo argentino es conocido por su paciencia, donde cada corte se cocina a su propio ritmo para asegurar la jugosidad y el sabor. Sus acompañamientos más comunes son ensaladas, verduras a la parrilla y/o papas fritas. La picada argentina, un clásico preludio al asado, se compone de embutidos, quesos, aceitunas y panes. Además, los acompañamientos como el chimichurri, una salsa criolla. Las bebidas típicas argentinas, como el vino malbec, la cerveza, y el fernet con coca, complementan perfectamente la experiencia del asado.

En Brasil, el churrasco es el rey indiscutible de las parrillas. La picanha (tapa de cuadril en argentina), cocinada en grandes brochetas sobre brasas abiertas, es la estrella. Su corte gourmet es la picanha argentina, también tiene como opción la picanha australiana y la brasilera. Acompañada este churrasco, siempre, arroz, vinagrete y farofa (harina de mandioca cocinada con condimentos, y puede ser verduras también),

La influencia de la carne argentina en Brasil tiene raíces profundas. La calidad y la reputación de la carne argentina han cruzado fronteras y han dejado una marca distintiva en la escena culinaria brasileña. La proximidad geográfica y las similitudes culturales han facilitado esta transferencia de sabores, creando una fusión culinaria única que enriquece la oferta gastronómica de ambas naciones.

Ambos estilos de asado comparten un elemento fundamental: la importancia de compartir la comida con amigos y familiares. La parrilla se convierte en un lugar de encuentro donde se celebra la amistad, la alegría y la buena comida. Más allá de las diferencias, los asados argentinos y el churrasco brasileño comparten la misma esencia: la celebración de la vida alrededor de una buena comida.

Explorar la variedad de cortes de carne menos conocidos en ambos países puede abrir nuevas dimensiones culinarias. Desde el patinho brasileño hasta la tapa de cuadril argentina, hay un mundo de sabores por descubrir que va más allá de los cortes tradicionales.